Ayer tuvimos pocas noticias del mundo exterior pero confiamos en que esteis delante de vuestra pantalla leyendo nuestras apasionantes noticias J Hemos sabido, eso sí, que aumenta el número de nuestros lectores en el continente americano, y que también sois un montón en países europeos y africanos, así que ¡va por vosotros!
Por nuestra parte, dejamos todo bien preparado antes de irnos a dormir el lunes, y ayer amanecimos con el mejor día de toda la campaña, sin nubes, mar en calma, y el trabajo del día organizado (esto sí que forma parte de la rutina diaria). Pero como os dijimos ayer, los lances de profundidad no son tarea fácil, y el segundo de la jornada nos dio un susto. Quedamos bien enganchados en el momento de virar…en estos casos se puede esperar cualquier cosa, desde subir a bordo una roca o perder el aparejo entero. Maniobramos pacientemente marcha atrás hasta que las puertas quedaron colgando 1300 m por debajo del barco, y milagrosamente el aparejo empezó a subir como si tal cosa, con la captura del lance y sin un rasguño… increíble. En cualquier caso tomamos buena nota y decidimos cambiar nuestro plan porque si hay algo que no tenemos es tiempo, y no podemos arriesgarnos a perder horas en imprevistos. De modo que pusimos rumbo al seco y allí continuamos con nuestra jornada. Las emociones fuertes las dejaremos para el final. Lo importante es que hemos hecho seis lances válidos sin ningún percance. Nuestras posiciones de ayer fueron las siguientes:
109.- 45º 47 N– 47º – 43 W; 1150 m
110.- 45º 39 N– 47º – 46 W; 1350 m
111.- 45º 45 N– 47º – 54 W; 800 m
112.- 45º 50 N– 47º – 50 W; 650 m
113.- 45º 51 N– 47º – 55 W; 300 m
114.- 45º 57 N– 47º – 44 W; 450 m
Como ya debéis estar hechos unos expertos imaginaréis que con este rango de profundidades vimos de todo, como efectivamente fue. Desde limanda hasta los granaderos, pasando por bacalao, gallinetas, rayas, y hasta un fletán blanco que ¡ha medido 110 cm y pesado 14 kg ! Lo podeis ver en la foto, acompañado de Nuria.
De todas formas, deberíais saber que este fletán es en realidad un ejemplar pequeño, y que en los buenos tiempos se pescaban fletanes de cerca de dos metros y alguno incluso mayor. El problema es que perdemos la perspectiva, como dice el Profesor Callum Roberts en aquel otro libro que os recomendamos, La historia antinatural del mar. Con cada generación los recursos están más empobrecidos desde el punto de vista de la diversidad, y son más escasos. Los pescadores de hace cuatro generaciones se echarían las manos a la cabeza de ver lo pequeño que es ahora el pescado, y nosotros nos maravillamos de ver un fletán que mide la mitad que un fletán adulto de los que eran habituales hace unos años.
Hay muchas tesis doctorales y muchos trabajos de investigación que demuestran que las poblaciones de peces sometidas a presiones externas, ambientales o antrópicas (provocadas por el hombre), pueden alterar su dinámica de poblaciones para asegurar su continuidad. Esto significa, en pocas palabras, que si hay una gran mortalidad de ejemplares adultos la población tiene el potencial para adelantar la edad de madurez sexual y comenzar a reproducirse antes. El problema de esta opción es que también disminuye la talla a la que los peces se reproducen, y esto tiene un efecto negativo en el potencial reproductivo porque el tamaño, calidad y cantidad de los huevos disminuyen. Acordaos de lo que os contamos acerca de la platija el día 10.
Pero aún hay más. En el caso del bacalao, por ejemplo, ahora se sabe que en época de freza son las hembras de más edad las que guían el cardumen a las áreas de reproducción, y que al igual que los salmones, muestran preferencia por las localidades de las que proceden. Cuando en una población determinada se pierde a los individuos de más edad, se pierde esta “memoria” y se altera el comportamiento de generaciones venideras. De hecho, se teme que ésta sea una de las razones por las cuales el bacalao del Gran Banco apenas muestra signos de recuperación tras veinte años de protección.
Para terminar con una nota más alegre y poneros los dientes largos, os diremos que hemos visto una barbaridad de calderones esta mañana, muy cerca del barco, y también un grupo de delfines comunes, pero ellos se nos han cruzado por la proa bastante más lejos que los calderones…y ahora nos vamos, que mañana tenemos mucho trabajo por delante.
Time is running out
Yesterday we had scarce news from the world outside but we trust you are in front of your favourite internet-equipped device reading our amazing news J We have heard that the number of readers keeps on growing in the American continent and that there are lots of you too in Europe and Africa , so here is to you!
In Platuxa we left everything ready for our work yesterday before we went to sleep on Monday night, and yesterday we woke up to the best day of the survey: sunny, spotless sky, flat seas and a clear working schedule (this last item was not an exception!). However, as we told you yesterday, deep water trawls are no joke, and we had a scare in the second tow. The gear got stuck the moment we started to haul it back. In these cases you may expect anything from bringing a rock onboard to loose the whole trawl. We hauled back patiently and going backwards until the otter doors hung 1300 m below the ship. Suddenly the winches resumed hauling and fifteen minutes later our trawl was on board with the catch for the haul and completely intact. Incredible. Nevertheless we decided to change our strategy because of one thing we are certain: we have no time to waste and we cannot risk loosing precious working hours with unexpected issues. Thus we turned to the shallows and worked there for the rest of the day, achieving a total of six valid hauls. Not bad, uh? We will keep the thrills for last. Please find our positions above.
By now you must know loads about catches in the Grand Banks and have already figured out that we saw lots of different species yesterday. And right you are! Everything from yellowtail flounder to grenadiers, including cod, redfish, skates and even an Atlantic halibut that measured 110 cm and weighted 14 kg . See it in the picture, posing besides Nuria. Impressed? Well, you should know that this specimen is actually a small one. In the good old times fishermen got halibut much larger than this, close to two meters and even larger. The problem is that we loose perspective, as Professor Callum Roberts says in his book The unnatural history of the sea. With each generation resources are less diverse and scarcer. Fishermen from four generations ago would shake their heads in disbelief if they saw how small fish is nowadays, and we wonder at the sight of a halibut with half the size of an adult as they used to be a few years ago.
There are lots of doctoral thesis and many research projects showing that fish populations under environmental or anthropogenic (caused by man) pressure may alter their population dynamics to ensure their continuity. This means, in a few words, that if there is a large mortality of the older cohorts, the population has the potential to decrease the age at which fish reach sexual maturity. The problem of choosing this option is that reproducing at a younger age means that size at maturity declines as well. This translates into a negative effect on reproductive potential, since smaller fish produce fewer, smaller and lower quality eggs. Remember what we told you about American plaice on the 10th.
But there is more to it. In the case of cod, for example, it is known that the oldest females guide the school to the reproduction areas, and as salmons, they show preference for the locations they originated from. When a population looses its older individuals, this “memory” is lost and the behaviour of the population changes. In fact, it is feared that this is one of the reasons for the still awaited recovery of the cod stock in the Grand Bank after twenty years of protection.
To end on a lighter note and make you jealous, we’ll tell you that this morning we saw a large pod of pilot whales and also common dolphins, although these swam across our path much farther than the pilot whales, who where very close and circling our R/V Vizconde de Eza.
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