Nos acabamos de
enterar de que tenemos lectores en Villajoyosa, Alicante, Coruña,
Redmond (Washington), Elche, Princenton (N. Jersey) ¡y hasta en
Menlo Park (California)! Y que conste que no son familiares nuestros
-al menos la mayoría de ellos.
Hoy miércoles
(seguramente leeréis esto mañana) está siendo un día genial, y
nos alegramos porque nuestro compañero Javier (el biólogo) está
de cumpleaños feliz. Para celebrarlo hemos pasado el día con lances
de profundidad entre los 1100 – 1300 m, que aunque son muy
entretenidos porque vienen muchos y preciosos “peces negros” (si
miraseis en internet cuando os digo que lo hagáis lo entenderíais)
son ligeros de trabajo porque viene poco pescado, especialmente del
que hay que muestrear a fondo. La mayoría del pescado no es
comestible, así que aunque Antonio (nuestro cocinero) se ha dado
varios paseos por el parque se ha ido de vacío cada vez... pero que
no se preocupen las madres, que a Antonio y su equipo le sobran
recursos y seguro que cuando vayamos a cenar nos encontramos otro
festín. Cada lance de profundidad se lleva unas dos horas y media
porque hay que largar mucho cable, más 45 minutos del CTD, de modo
que ahora estamos largando el quinto y último lance del día, que
llegará a cubierta aproximadamente a las 21.
Triando un lance de profundidad: Noelia, Yolanda, Rafa y al fondo Javier, el señor del cumpleaños |
Hemos estado
pescando en todos estos sitios:
-
L12: 43º 02.68 - 051º 37.47 L13: 42º 57.50 - 051º 29.45 L14: 42º 54.30 - 051º 30.31 L15: 42º 54.88 - 051º 21.18 L16: 42º 57.15 - 051º 22.27
Quedan aún algunos
lances por grabar pero la primera impresión es que la captura total
de peces hoy estará en torno a los 500 kg, y compuesta por 45-55
especies. Con los invertebrados aumentará en unos 50 kg. Las
especies de captura más abundante (entre 30 y 40 kg) han sido la
Antimora rostrata y el Synaphobranchus kaupii, que son
animales a los que hay que mirar con mucho cariño para encontrarles
el atractivo. Han salvado el día el Bathysaurus ferox, sin
nombre en castellano pero con un nombre chulísimo en inglés:
deepsea lizardfish, o sea, el pez lagarto de aguas profundas. Me
gustaría oír lo que hace mi compañero Juan Gil con ese nombre
(perdona Juan, no me he podido resistir). Y si no, éste: Stomias
boa boa, en castellano estomias (vaya nombre, suena a
procedimiento quirúrgico) pero en inglés... scaly dragonfish ¡el
pez dragón con escamas! (¿o se traduciría “escamado”?). Lo que
sí tiene es una de esas mandíbulas que se desencajan, tan propias
de los peces de profundidad, que hacen pensar que además de dragón
es tragón cuando se le presenta la oportunidad. Y mi favorito de
hoy: Rondoletia loricata. En castellano pez ballena (aunque el
que hemos pescado medía 8 cm) y en inglés “redmouth whalefish”,
o pez ballena de boca roja. Con ese nombre en latín merecía algo
mejor, pero en fin, es mejor que llamarse “estomias”.
Desgraciadamente la guía que tenemos a bordo no dice mucho y no
conozco la especie lo suficiente como para extenderme aquí, pero me
la apunto para buscarla en internet en cuanto me baje del barco. Y
como broche, otro tesoro: Lophodolos acanthognathus, en inglés
whalehead dreamer o “soñador cabeza de ballena”, sólo os digo
que al igual que el Rondoletia tiene una piel
espectacularmente fina, suave, negra y brillante, como si fueran de
obsidiana, y el Lophodolos tiene además un órgano
bioluminiscente en la cabeza para atraer presas y dos protuberancias
en la cabeza como cuernecitos diminutos. Hay que verlo...
Bathysaurus ferox: no se aprecia bien pero tiene varias filas de dientes curvados hacia el interior para que no se le escape nada |
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